EL VIRUS DE LOS TESTS

La realización de "test masivos" parece ser una de las herramientas clave para detener esta pandemia. Así lo afirman autoridades médicas, políticos y público en general ... público, en general cabreado con la forma en la que sus gobiernos compran (o no) y administran (o no) los dichosos tests.

Sin embargo no es obvio entender por qué los tests tienen tanta influencia en la no extensión de la enfermedad.

Para empezar el concepto de "masivos" en "test masivos" es llamativo. Alemania, la nación europea líder en tests, había realizado 1,728,357 el 16 de Abril. Lo que significa que había realizado tests al 2% de su población de 83 millones. Es un concepto de "masivo" que no resulta fácil compartir. Significa, básicamente, que el 98% de la población alemana vive en un país donde no se realizan tests ... ningún test!!.

Atribuir la mejor (o peor) evolución del virus en un país a un procedimiento que se ha realizado sobre el 2% de la población requiere un acto de fe en algún poder mágico de los tests, que no resulta evidente para el observador desprevenido.

Pero además, para que la realización de tests tenga impacto sobre la enfermedad los resultados deben servir para cambiar el comportamiento de las personas. Si la persona se sigue comportando después del test como antes del test, cabe concluir que el test no habrá tenido ningún efecto práctico en la extensión (o no) de la enfermedad. 

Pues bien, el 92.3% de los tests alemanes fuero negativos y, por tanto, no cambiaron el comportamiento de nadie. Los que dieron negativo ni se contagiaron menos ni contagiaron menos a nadie por el hecho de haberse realizado el test. 

[Nota al margen: para este 92.3%, además, los resultados tienen una validez limitada. No dicen nada sobre la situación de la persona a la hora siguiente o al dia siguiente o después de su siguiente "interacción con el mundo". Habría que volver a realizarles test con alguna periodicidad. Recuerda al conejo de Alicia: siempre moviéndose para estar en el mismo sitio].

Los "tests masivos" alemanes cambiaron, por tanto, el comportamiento de los 132,766 positivos que arrojaron. Es decir cambiaron el comportamiento del 0.16% de la población. 

El argumento es que este cambio de comportamiento redujo los contagios porque los positivos o se aislaron o los aislaron. Pero es difícil creer que la reducción de los contagios fue a 0. Para eso el test debía haberse realizado en el momento 0 de la enfermedad. Algo altamente improbable. 

Si la tasa de contagio (el número de personas que contagia cada enfermo) es de alrededor de 2.2 (como parece estimarse), suponiendo que los positivos se detectaron hacia la mitad del periodo en el que contagiaban y que el contagio es uniforme durante este periodo (sobre estas cosas aún tenemos dudas), el efecto de los tests habría sido reducir la tasa de contagios de los positivos de 2.2 a 1.1. Sí, como sucede en la gripe, los contagios se producen, sobre todo, al principio de la enfermedad, los tests son aún menos efectivos para prevenir contagios que, en su mayor parte, ya se habrían producido antes de realizarse el test.

En esta hipótesis, el efecto de los test habría sido, siendo muy optimista, reducir a la mitad la tasa de contagio del 0.16% de la población!. 

Pero, además, 2.2 es la tasa de contagio sin adoptarse medidas de distanciamiento social y de protección con máscaras. Una vez que esas medidas se han adoptado de forma extensa como es el caso de los países europeos (y ya no te digo si la medida es de aislamiento estricto como en España o Italia) la tasa de contagio base de partida ya es inferior a 2.2, por lo que el impacto de que los "enfermos detectados vía test" contagien "menos", es aún más marginal.

La tasa de contagio con medidas de aislamiento es inferior a 1 porque el número de casos se está reduciendo (y ese parece ser también el efecto de las medidas de distanciamiento social + máscaras). Si "R aislada/distanciada" es, pongamos, 0.8 (me lo invento), el impacto de los "tests no tan masivos" en Alemania habría sido que el 0.16% de la población pasó de contagiar a 0.8 personas a contagiar a 0.4 (o a más de 0.4 si el contagio se produce, sobre todo, en los primeros dias como en la gripe).

Aún peor, cabe pensar que algunas de las personas testadas (y muchas de las que dieron positivo) ya presentaban síntomas. Si a la política base de "quédate en tu casa" le añadimos la politica de "si muestras síntomas ni se te ocurra acercarte a ningún otro ser humano" es fácil ver que el impacto de los tests sobre la extensión de la enfermedad es, aún, menor. Menor a algo ya muy pequeño.

Cabe argumentar que ese 0.16% de la población era un porcentaje mucho más alto de los enfermos. Pero eso significaría, necesariamente, que ya teníamos un sistema para detectar "enfermos potenciales" y hacer test enfocados a ellos. No parece que un sistema muy bueno porque solo dieron positivo el 7.7% de la población testada. Pero supongamos que, aunque no sabemos como lo hacen, los tests se realizan sobre la población más susceptible de estar contagiada y que los enfermos totales son solo un tercio (por decir algo) del 7.7% de la población Eso supondría unos 2.1 millones de personas. El test habría permitido, por tanto, reducir a la mitad la tasa de contagio del 6% de los enfermos (132,766 sobre 2.1 millones). Una tasa de contagio ya disminuida por otras medidas adoptadas. 

Los test siguen teniendo propiedades mágicas que no se me alcanzan.

Entre el 94% y el 98% de los enfermos alemanes, siguió contagiando como si nada pese a los "tests masivos". Si ese es el caso, cuesta mucho pensar que los "test masivos" cambien radicalmente los efectos de la enfermedad en un país. Que alteren substancialmente el número de enfermos y/o el número de muertos como a veces se argumenta. Además, de ser así, sería una locura substituir las políticas de distanciamiento social + máscaras por los tests masivos. Pero si se mantienen estas medidas (más el aislamiento inmediato de quien presente síntomas) ¿para que nos sirven, en realidad, los "tests masivos"?

Los test serán útiles en aspectos concretos: realizar estudios estadísticos detallados sobre una muestra de la población, decidir tratamientos en pacientes con síntomas, diagnosticar rápido a los profesionales expuestos, asegurar la ausencia de virus en puestos de trabajo sin contacto con el cliente (centros logísticos, talleres, fábricas ...)  Pero no hay forma humana de creer que son la causa de que la enfermedad haya afectado de forma diferente a países con distintas "practicas testadoras". También cuesta creer que sean la solución para volver a una vida "medianamente" normal.

Como, a lo mejor, tampoco lo es la vacuna, que puede que no la encontremos nunca (como en el sida), que a lo mejor la encontramos y es muy poco eficaz (como en la gripe) y que si la encontramos y es eficaz será imposible que se la hayamos administrado a un porcentaje significativo de la población en menos de 2-3 años.

Se entiende nuestra pasión por las "soluciones mágicas" y por la "búsqueda de culpables", pero me parece que nos despistan de las soluciones mas prometedoras:

* soluciones "profilácticas" que reduzcan los riesgos de contagio via "barreras físicas" (como hemos conseguido con el sida)
* soluciones de "tratamientos", sean protocolos de actuación o retrovirales, que reduzcan la mortalidad del virus hasta tasas similares a las que tienen otras enfermedades con las que hemos aprendido a convivir. También lo hemos conseguido con el sida y con la gripe.
* dimensionamiento del sistema sanitario para tratar este virus con garantías
* medidas especiales para colectivos de más riesgo (como también aprendimos a hacer con el sida)

La vacuna es una buena solución lejana y los tests una "no solución" (tal vez) próxima. Los tests son, además, logísticamente inadministrables y las vacunas presentan un reto de administración muy relevante. Estaría bien hablar más de "sí soluciones" próximas y viables.

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